Mi podcast: ¿Y por qué no aquí?

lunes, 30 de marzo de 2009

Soitu.es: A esquiar en metro

Ya se ha publicado mi último artículo en Soitu.es. Y estoy muy contento, porque una vez más, creo que han hecho un buen trabajo de edición. ¿Qué es esto? En mi opinión, mejorar el artículo, si la edición la hace un buen periodista. Aquí publico la versión que yo envié, y la podéis comparar con la publicada en Soitu. Vereis que han eliminado varios enlaces, porque es cierto que en mi versión había demasiados, y han variado ligeramente algunas frases haciéndolo más comprensible. A veces está bien que otra persona lea nuestros textos para verlos desde otra perspectiva y mejorarlos. Cuando escribimos, a veces nos obsesionamos con lo escrito, y no vemos más allá, y damos por sentadas cosas que en ocasiones en lector no entenderá.

Además, aquí incluyo mis tres fotos puestas en el artículo de Soitu, pero al final del post encontraréis una presentación de Flickr, con todas las fotos tomadas durante la jornada del paseo. Muy recomendable.

A ESQUIAR EN METRO

Cada domingo, miles de personas cogen el metro en Madrid con destino a la Casa de Campo. Uno de los mejores sitios de la capital para ir a correr. Ahora imagínatela llena de nieve. De un metro de nieve. ¿Te pondrías a correr? Difícilmente. Lo que más apetece es coger un esquíes y emular al expresidente en un deporte poco extendido en España: el esquí de fondo o nórdico. Esta opción está al alcance de cualquiera en la capital Noruega. El metro de la ciudad tiene parada en el mismo inicio de las pistas. Los alrededores de la ciudad cuentan con más de 2.600 kilómetros de pistas, 90 de ellos iluminados ya que el invierno en Escandinavia escasea de luz natural. La nieve no falta, pues este ha sido el invierno con más precipitaciones de los últimos 20 años. Después de un amago de primavera, el polvo blanco ha vuelto a visitarnos. Los que tenemos casa tenemos los brazos ya machacados de quitar nieve para sacar el coche del garaje. En España este sería “el peor invierno en 20 años”. El amante del esquí de fondo usaría un adjetivo bien diferente.

Uno de los lugares por excelencia para “domingueros” en Oslo se llama Sognsvann, con la parada del metro del mismo nombre. Sognsvann es un lago a las afueras de Oslo que en verano es un lugar ideal para bañarse y hacer barbacoas, y en invierno idílico para esquiar. Todos los aficionados al esquí de fondo cargan sus esquíes al hombro, las diferentes ceras para untar las tablas en la riñonera y el abono transportes para coger el metro. Parecería un lunes en hora punta si no fuera porque si no te andas con buenos ojos, algún paisano te puede clavar sus palos en los mismos. Apretados hasta la última parada. Allí, tan sólo caminar cincuenta metros, y ya se está en la pista. El paseo es apto para novatos, pues no cuenta con grandes desniveles. El recorrido recomendado suma un total de 13 kilómetros. La ida y vuelta hasta una “hytte” (cabaña), Ulevålseter, que ofrece la oportunidad de tomar un chocolate caliente para recuperar fuerzas de la paliza y, si hay suerte, poder tomar el sol, que mezclado con la nieve, es la mejor combinación para ponerse moreno.

Al principio del recorrido, se pasea a orillas de un lago, donde los más valientes también utilizan de pista de esquí. Carteles colgados en los árboles informan de que el hielo tiene un grosor considerable que permite el esquí, pero yo no me fío. Y menos ya a estas alturas, después de varias semanas con grados sobre cero. Niños, jóvenes y viejos dominan por igual este deporte. Mi experiencia personal me llevó a una situación curiosa a la par que humillante. Me llevé por delante a una madre con su hijo de unos tres años, y el mocoso me pregunta en un perfecto noruego: “¿Pero tú nos has ido a la escuela de esquí?”. Aparte de este pequeño infortunio, este es un recorrido que permite disfrutar de paisajes de ensueño. Y árboles, muchos árboles. Tanta naturaleza, que resulta curioso pensar que estemos a tan solo cinco minutos de una parada de metro de una capital europea.

Esquí alpino y “culo-esquí”

Pero Oslo ofrece al amante de la nieve otras opciones para disfrutar hasta la Semana Santa, donde se cierra la temporada de esquí. El transporte público también nos acercan a Tryvann, el centro de esquí alpino, situado tan sólo a 20 km del centro de Oslo y que cuenta con cuatro cuestas con 14 pistas, 6 teleféricos, “halfpipe” y terreno para snowboard. Este centro también es conocido por acoger el festival de música con el mismo nombre. El mayor punto de encuentro de los Russ, los estudiantes de último año de bachiller que celebran su graduación a lo grande durante los meses de abril y mayo.


D. F. Él también hace esquí de fondo.
La línea de metro también permite gozar de una experiencia en la nieve para los completos negados en materia de esquí. Los trineos. La pista más popular se llama Korketrekkeren, el sacacorchos, que da una idea de la forma del circuito que se va a hacer. El metropolitano nos lleva a la palta alta del recorrido, donde se puede alquilar trineo si no se cuenta con él. Y no hay que hacer mucho más. Sólo sentarse y dejar que la gravedad haga el resto. Al llegar al final, se vuelve a tomar el metro y vuelta a empezar. Y si el bonobús ya se nos ha agotado, siempre queda la opción de patinar sobre hielo, que la pista es gratis, y está en pleno centro de Oslo.




sábado, 28 de marzo de 2009

La hora de la tierra

Me había comprometido a seguir la hora de la tierra, y así lo hago. Desde mi casa en Solbergelva, Noruega. Como nos pedían a todos los blogueros, escribo durante este periodo de penumbra, sentado en la mesa de la cocina, y alumbrado tan solo por la luz de la farola que entra por la ventana, que permanece encendida. La protección de la tierra no debe colisionar con tratar de evitar las colisiones.
¿Qué hemos hecho nosotros? Apagar todas las luces, que son muchas, en una casa de dos plantas y más de 150 metros cuadrados. Las costumbres sobre iluminación son distintas en Noruega y España. Aquí hay pocas luces fuertes, lámparas que iluminen toda una habitación. Es normal tener varias luces indirectas. Por toda la casa. Lo cual significa que hay poca luz en general, pero siempre hay iluminación en casi todas las habitaciones y no se suele utilizar el interruptor, ni para bien ni para mal. Esta es una guerra que tengo a menudo con mi esposa. Ella enciende luces, yo las apago. Tenemos dos salones conectados por un arco con puerta corredera, y yo no entiendo porqué el comedor tiene que estar encendido. "Es más 'koselig'". Horrible parada noruega que se traduce como acogedor, encantador, rico, mono... ñoño. Pero en Noruega son muy normales las velas. Muchas velas. A la par de las luces indirectas. Por eso el apagón no nos ha pillado desprevenidos y les hemos dado candela. ¡Qué bonitas son las velas! Eso sí, la tele sigue encendida.
¿Qué han hecho los vecinos? La verdad, es que con esto de vivir casi en plena naturaleza, es difícil determinar el alcance de esta iniciativa, aquí en Solbergelva, un villorrio a 45 kilómetros de Oslo. Las farolas siguen encendidas, y la pista de esquí alpino que se divisa desde la ventana en que me encuentro brilla a plena potencia. No pueden perder una hora de "forfait". La zona donde vivo es un valle, con las casas desperdigadas a lo largo de la falda de las montañas, y parece que la gente sí lo está siguiendo. Da la impresión de más oscuridad, pero la verdad es que nunca hay mucho movimiento por aquí.
¿Servirá esto para algo? No lo sé. Pero iniciativas como esta, que movilizan a millones de personas en todo el planeta por una buena causa, hacen pensar que sigue mereciendo la pena pertenecer a la raza humana. ¿Para cuando una hora en el planeta sin que se dispare ni un tiro?
Ya sólo queda media hora de penumbra.Foto hecha con el móvil desde la ventana junto a la que me encuentro en estos momentos.

lunes, 23 de marzo de 2009

Triple asesinato en Noruega

Esta noticia se la he intentado vender a RNE, pero como es de la madrugada de ayer, dicen que "ya les queda vieja" y no me la han comprado. Son los problemas del periodista sin muchos medios y pocas fuentes de información. Poco más que la prensa en papel e Internet. Pero como ya tenía la crónica preparada, la adjunto aquí porque algunas veces los que leéis este blog me pedís que hable de alguna noticia de Noruega que habéis escuchado de pasada por diferentes medios.

Conmoción en Noruega tras un triple asesinato en una misma familia en una pequeña aldea al norte del país. El presunto asesino, de 38 años, es el inquilino de una vivienda propiedad del hombre asesinado, situado en el mismo edificio. El suceso tuvo lugar en la madrugada de ayer, y la policía tuvo conocimiento del caso porque cuando patrullaban por el centro de la localidad, un hombre con un corte en la mano y manchas de sangre gritaba que había matado a tres personas. La policía, que calificó al hombre como “mentalmente inestable”, localizó en el piso indicado por el agresor tres cuerpos sin vida. Un hombre, su mujer, que estaba embarazada de 5 meses, y su madre, que se encontraba de visita. El varón tiene dos hijos de 12 y 15 años de un matrimonio anterior, pero no se encontraban en la vivienda en ese momento. Se desconoce el móvil del crimen, pero las primeras investigaciones apuntan a que el hombre se introdujo en el apartamento y asesinó a las tres personas con un cuchillo mientras estas dormían.

Para ampliar información, véanse periódicos noruegos (se pueden traducir al español usando Google Translate): VG, Dagbladet, Aftenposten.




Ver mapa más grande

domingo, 22 de marzo de 2009

No me salen las cuentas

Hace unos días, Soitu publicó un artículo sobre la bajada de los precios en España. Para comprobar si en España eran altos o bajos, se basó en una lista de precios de varios productos que les enviamos los colaboradores (corresponsales urbanos) en diez ciudades del mundo. Yo me encargué lógicamente de los precios en Oslo. Y el resultado es para echarse a llorar. Noruega tiene los precios más altos del planeta, y con diferencia, en casi todos los productos de la lista. Pero sobre todo, claro está, alcohol y tabaco. Cierto es, como bien comentan algunos lectores en el artículo, que con sólo esta información uno no puede sacar conclusiones generalizadas, pues es importante tener en cuenta el nivel salarial, el impositivo y el precio de la vivienda, principal gasto en todas las familias. Lo que está claro, es que en estos momentos, España sale perdiendo en cualquier comparación, pues no está el horno para bollos y no recuerdo yo una situación tan dramática en toda mi vida. ¿Acaso hay alguien que no conozca a una persona que no haya sufrido ya los puñeteros ERE?
Pero volviendo a Noruega. Aquí los salarios son altos, sí. Muy altos. Posiblemente cerca del doble a España, no estoy seguro. Pero el nivel impositivo es brutal. El IVA es del 25% y el IRPF más generalizado es del 36%. Yo nunca había ganado tanto como gano ahora, y nunca había tenido tantos problemas para ahorrar. ¿Crisis internacional, precios altos, impuestos excesivos o soy un manirrota? Esto último lo dudo. Aquí me tomo menos cañas que un muyahidín en Ramadán. En lo que Noruega no sale mal parado es en el precio de la vivienda. Es más cara que en España, claro, pero proporcionalmente no tanto. Si nos centramos en Oslo los precios son desorbitados, pero también lo son en Madrid y Barcelona. Ya a las afueras, los precios se aproximan más a los españoles. Eso hace que el nivel de impago de hipotecas en Noruega sea mínimo. En mi caso particular, no tengo problemas para pagar la hipoteca, pero la parte destinada al ocio es muy pequeña, comparativamente con España. El ocio en Noruega tiene precios desorbitados, aunque mis amigos madrileños me dicen que la capital hispana no va mucho a la zaga. Copas (diminutas) a 10-12 euros, cine a 10 euros, teatro y música mínimo 30 euros... Lo peor creo yo son los restaurantes. El sábado pasado estuve en un indio en Drammen (el Móstoles noruego), y pagué 100 euros por dos personas. Y esto sin postre y tan sólo una copa de vino. Si pedimos la botella entera prefiero no pensar dónde llegaría la factura.
Volviendo a la lista de productos propuesta por Soitu.
-En lo que más se nota el precio elevado es en la cesta de la compra, los productos alimenticios básicamente. Aquí se va una parte descomunal del salario. Rápidamente.
-En cuanto a la gasolina, aquí la política noruega me parece bien. Este país podría regalar el combustible si quisiera, por ser uno de los mayores productores, pero tiene una política de precios de mercado que equipara el precio del litro a la de los países vecinos, lo que no daña en gran medida el bolsillo de los noruega, además de suponer un ingreso enorme a las arcas del estado en concepto de impuestos.
-La ropa no está mal. Yo no noto mucho la diferencia con España, pero lo mejor son las tallas. Yo mido 1,91 cm y la verdad que tengo más sencillo encontrar algo que me quede bien en Oslo, que en El Corte Inglés, donde los mamones siempre me mandan a la planta de caballeros, teniendo la planta joven vetada hasta que no cumpla las 6 horas de gimnasio semanales reglamentarias.
-Algo a mejorar en Noruega es el transporte público. Billetes de metro, bus o tren, sencillos, son sangrantes. Yo vivo a 45 minutos del centro de Oslo, pero me pienso muy mucho el viajar porque me cuesta 22 euros ida y vuelta. Creo que el sistema de abonos en general es bastante bueno, pero como soy adicto al coche, no los conozco mucho.
-Tema aparte es el alcohol y el tabaco. Sobre la cultura del alcohol hablaré en alguna otra ocasión pues merece uno o varios post aparte. Si nos centramos en precios, está bien que un gobierno trate de proteger la salud de su población, pero aburre sentirse continuamente controlado por papá-estado, sobre todo con el principal objetivo de agrandar las arcas a base de impuestos indirectos, los más injustos.
Y nada más, ahora mismo me voy a tomar un Nescafé en mi casa hipotecada, antes de coger el coche para ir a un centro comercial, para poder ver una película en el cine, comer en un McDonalds, comprarme un pantalón y otro café. De la caña me olvido porque si me para la "politi" me la cortan.

lunes, 16 de marzo de 2009

¡Cuántos blancos hay aquí!

Todos tenemos la imagen de Noruega como ese país repleto de rubios y rubias despampanantes, con los ojos azul cielo y la piel blanca y tersa como la seda. Pues los hay, sí, los hay, pero no son todos, y empiezan a no ser mayoría. Hoy ha pasado una cosa curiosa que merece la pena darle un hueco en este blog. Yo soy profesor de español en una escuela privada en Drammen con cerca de 200 alumnos. Hay multitud de nacionalidades presentes. Alumnos con origen de Paquistán, India, Rusia, Afganistán, Polonia, ... y por supuesto, Noruega. No sabría decir si son o no mayoría. Resulta que la escuela estrena un nuevo laboratorio para la clase de ciencias que es la envidia de otras escuelas. Tanto es así, que la misma empresa, que tiene otro local en Oslo, debe enviar a esta ciudad de provincias a sus alumnos para disfrutar de las probetas y los químicos varios. Hoy llegó un autobús repleto de alumnos de la capital Noruega, provenientes de la misma escuela en la que yo imparto mis lecciones. Resultaba curioso verlos llegar. Más del noventa por ciento, más morenos que un mallorquín en agosto. No encontré ni una rubia (ni rubio) entre el alumnado. Tan sólo la profesora tenía la piel clara y el pelo teñido. Pero lo más curioso es lo que uno de estos alumnos exclamó al recorrer los pasillos de la escuela: "¡Cuántos blancos hay aquí!". Qué curioso. Ahora lo llamativo es encontrar muchos blancos en Noruega. No deja de resultar llamativo. Buena muestra de los movimientos migratorios.
Una cosa quiero dejar clara para evitar malentendidos. A mí esto no me parece ni bien ni mal. Es tan sólo un hecho curioso que me parecía muy gráfico de la situación actual de los colegios noruegos y de casi todos los países malamente autodenominados "occidentales". ¡VIVA LA GLOBALIZACIÓN!

jueves, 12 de marzo de 2009

"Me cago en la puta nieve"

Viendo este vídeo, sobran las palabras sobre lo que se siente viviendo en una casa en Noruega, tras tres meses de nieve casi constante y la espalda dolorida de palear. Absolutamente desternillante.

lunes, 9 de marzo de 2009

Llámenme: Señor Embajador

A partir de ahora, cuando ustedes escriban algún comentario, tendrán que hacerlo con el debido respeto que mi nueva condición supone: Señor Embajador. Sí, porque ahora soy Embajador de Valladolid en Noruega.... Bueno, siempre he sido amante de los grandes titulares que atraen al lector, así que mejor especifico de qué hablo para bajarme un poco los humos. El Ayuntamiento de Valladolid, que por si hay algún lector despistado desconoce es una hermosa ciudad al norte de España, ha tenido la iniciativa de crear una red de vallisoletanos repartidos por el mundo, la Red de Embajadores de Valladolid. No tengo muy claro con qué motivo, pero parece ser que fue "creada con el fin de hacer posible que personas vinculadas a la ciudad, trabajando en todos los sectores y en diferentes países del mundo, puedan conocerse e intercambiar información", según escriben en la propia web. La intención es dar una imagen de Valladolid como una ciudad internacional (se podría empezar por tener la web con versión en inglés), y supongo que mejorar los contactos comerciales de empresarios vallisoletanos llegado el momento. Pero especifico más. Yo aún no soy uno de esos embajadores, sino un simple "vallisoletano por el mundo". Los Embajadores son una exquisita selección de estos ciudadanos internacionales. Parece ser que mi curriculum aún no llega a la notoriedad que este cargo requiere. Yo espero que con los comentarios a este blog, el boca a boca y las manifestaciones en la calle de mi "club de fans", pueda llegar a ser un "real embajador" o "embajador real" en su caso, porque aunque algunos lo pongan en duda, Valladolid es una ciudad de la que merece la pena estar orgulloso, y no sólo porque nuestro equipo de fútbol esté cerca de posiciones UEFA, que a mí eso me la "refanfinfla", sino porque tiene una gran historia, belleza si se la sabe buscar y una vida social y cultural más que interesante. Así, tan sólo me queda una duda: ¿Mi nuevo cargo tendrá la opción de que me envíen vino desde España en valija diplomática libre de impuestos? Foto del Ayuntamiento de Valladolid que tomé las pasadas navidades.

sábado, 28 de febrero de 2009

Noruega no está tan mal

En los más de tres años que llevo viviendo en Noruega, me he cansado de escuchar lo terrible que es este país. Frío, aburrido, poca vida social, precios elevadísimos, alcohol y tabaco inalcanzables … Me muevo en un entorno poco noruego. No sé por qué, pero ninguno de mis amigos más cercanos es de aquí. Conozco a muchos, claro, y tengo amigos, pero ningún noruego con la confianza suficiente para quedar a tomar una caña a solas y hablar de mis cosas más personales. Mi mejor amigo es de Macedonia. Mis compañeros de trabajo con los que más me relaciono son de Francia y Suecia. Mis amigos en Oslo son españoles. Y hay una mala rutina del inmigrante de criticar lo que no es suyo. Y la pregunta es, si tanto nos disgusta Noruega, ¿qué hacemos aquí? Se podría decir que estamos presionados por las circunstancias: el trabajo, la familia… Pero no es así. Hay mucho más. Noruega no está tan mal. Y no sólo porque los sueldos sean fantásticos. Simplemente es otra forma de divertirse. Y hay que hacerse a ella. Esta es la parte dura. Yo lo he intentado esta semana. Y no me ha ido mal.

La semana que mañana termina ha sido de vacaciones para mí. Ser profesor tiene algunas ventajas, y tener numerosos días libres en una de esas pocas, como ya relaté en uno de mis antiguos post. En Noruega el curso empieza antes, a mediados de agosto. Pero para compensar, hay Høstferie (vacaciones de otoño), una semana en octubre, y Vinterferie (vacaciones de invierno) otros siete días en febrero. Las que ahora disfrutamos. Con la cosa de la crisis, no daba para unas vacaciones en la playa, que es lo que más apetece tras 2 meses a diez bajo cero y con nieve hasta la cintura. Así que decidí sacar el mejor partido a mi entorno: Drammen.

Este año apenas he ido a patinar sobre hielo, el único deporte de invierno que hasta ahora dominaba, y también el más barato. Compras unos patines por unos 30 euros, y te buscas el charco más cercano. Sencillo. Sencillo encontrar el hielo, no tanto patinar. Pues el “palante” ya lo controlo, pero el “patrás” necesita aún un retoque de técnica.

El finde pasado probé un “deporte” más tranquilo sobre la misma superficie. El “isfiske”, o pesca sobre hielo.


A mí esto siempre me ha dado mucho reparo desde que hace años vi una película en la que unos niños jugaban al jockey sobre un lago, este se rompía y ya sabemos lo que les pasó a las criaturas. Pero bueno, tras los dos mencionados meses con carámbanos en las narices, el hielo tiene un grosor considerable, y fuimos a pescar a Drammenfjord, el fiordo de Drammen. Es decir, lo más cerca que he estado de ser Dios, porque estuvimos literalmente caminando sobre las aguas del mar. Agua salada, que es lo que más me sorprendió. Esta práctica, que me niego a considerar deporte, siempre me había parecido un tanto aburrida, pero no lo fue tanto cuando en menos de dos horas, cacé cuatro bicharracos de unas proporciones adecuadas para pegarnos una buena cena.

Mi siguiente incursión en la cultura nórdica fue el esquí de fondo o nórdico. Deporte y orgullo nacional. Hace un par de semanas probé en Oslo, en una excursión que tengo pensado relatar para Soitu, así que la aparco. En esta ocasión fue en Drammen, y por triplicado. Tres veces en una semana, así que no es broma que mis brazos empiezan a crecer. En esta zona tenemos dos pequeños lugares para esquiar. En la loma de la montaña, por encima de donde yo vivo, que se lleva Solbergelva, y en el famoso Spiralen. Increíble obra de ingeniería que merece la pena visitar, con un túnel en espiral de 2 km de largo. Esquiar tiene su punto, y casi se lo estoy pillando, porque al principio no lo cazaba. Subiendo te agotas y bajando te caes de bruces. ¿Dónde esta la gracia pues? Pues en tener técnica para no cansarte tanto y no caerte a cada bajada. Estamos en ello. De momento lo que saqué de estas excursiones es la foto que acompaño. Que aunque parezca algo raro, tan sólo es mi codo.

Puestos a correr riesgos, quise dar un paso más. Snowboard. Tan solo había probado un par de veces, junto con el curso de noruego, con resultados no del todo satisfactorios. Pero no desfallezco. Quedé con dos alumnos de mi instituto en Drammen Skisenter. Uno de los estudiantes es 100% sangre nórdica, de los que han nacido con los esquís en los pies y que algo podría enseñarme. Y no estuvo mal. 5 veces para arriba y 5 para abajo. Bueno, para abajo muchas más, si contamos cada vez que me caí. Para empezar, al bajarme del telesilla. Porque joder, no consigo pillarle el punto. Luego, si se baja despacito y frenando, el snowboard no es tan difícil. Hacer birguerías se lo dejo a otros.

Y esto también es Noruega. Lo que ofrece lo tienes que tomar. Y si no, lo mejor es sacar el primer billete de avión que salga para la playa…. Lo cuál me estoy planteando.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Jueves, en RNE: Reparto de tareas domésticas

Parece que a la edición catalana de Radio Nacional le ha gustado mi voz, porque otra vez me requieren para intervenir en el magazine La matí a 4 bandes de mañana, jueves, 12 de febrero. En esta ocasión el tema a tratar es el reparto de las tareas del hogar entre hombres y mujeres.

Noruega está orgullosa de ser uno de los países donde la igualdad entre el hombre y la mujer está más arraigada. Noruega lidera el ranking muldial en igualdad de sexos. Mi experiencia me dice que es verdad. A simple vista, no se aprecian diferencias entre hombres y mujeres y eso también se nota en las tareas del hogar. Aquí todos apechugamos (por la cuenta que nos tráe). En mi opinión hay dos motivos fundamentales. El primero es que la mujer noruega tiene un fuerte carácter, y no va a dejar que se la reduzca a la simple tarea de ama de casa y única encargada del trabajo en el hogar. Además, aquí casi todos se independizan rápidamente. A los 18 o 19 años. Y viven sólos. En esos apartamentos de 30 metros cuadrados que tanto escandalizaron hace algún tiempo en España. Y claro, hay que aprender a limpiarse los calzoncillos.

En el mencionado ranking, elaborado por la fundación Foro Económico Mundial, se tienen en cuenta cuatro elementos: Participación y oportunidad económica; Nivel educativo; Poder político; Salud y supervivencia. Los dos factores principales son la disminución en las diferencias salariales entre hombres y mujeres, y la obligación del 40% de féminas en cargos directivos. Esto no afecta directamente a la igualdad en el hogar, pero sí hace que haya más mujeres trabajando, lo que reduce el número de amas de casa. Y cuando ellas vuelven del trabajo, están tan cansadas como nosotros. ¿Van a permitir que nos sentemos a ver la tele mientras ellas hacen la comida?

El actual gobierno se ha tomado muy en serio esta ley de paridad. El primer Ministro noruego, Jens Stoltenberg, es, evidentemente, un hombre. Pero las otras dos cabezas visibles del gobierno son mujeres. Las carteras de Finanzas y de Petroleo y Energia están dirigidas por ministras, y en un país como Noruega, estos ministerios son más importantes casi que la Corona. Además, hay más ministras que ministros (10 de un total de 19 carteras).

En la foto, de izquierda a derecha, Åslaug Haga, Jens Stoltenberg og Kristin Halvorsen Foto: ARASH A. NEJAD

Pero, ¿cuál es una de las principales tareas del hogar? El cuidado de los niños. En Noruega se dispone de un año de maternidad con el 80% del sueldo o de 44 semanas con el salario completo. En principio los padres cuentan con seis semanas de permiso, pero se da la opción de compartir el año de baja.

Así que todos iguales... pues yo me pregunto. ¿Por qué siempre soy yo el que tiene que quitar la nieve de la puerta del garaje?

CÓMO ESCUCHAR: La emisión será después del bolentín de las 9.00. Entorno a las 9.10 de la mañana. Podéis probar a escuchar en la web de RNE y ahí ir al cuadro de Radio Nacional en directo. Si esto no funciona, se puede probar también con la web de Ràdio 4 y aquí pinchar donde pone Escolta Ràdio 4, que abrirá el reproductor de Windows Media Player.

PS: SOBRE LOS COMENTARIOS: Agradezco infinítamente todos los comentarios que hacéis. Tanto los positivos como los críticas, pues con ambos mostrais un interés por lo que yo he escrito. Pero como ya he dicho en otras ocasiones, me gustaría que no hubiera comentarios anónimos. Si es para alabarme, para tener a alguien a quien dar las gracias. Y si es para criticarme, para poder rebatir. Nunca me gustó eso de tirar la piedra y esconder la mano. Sé que teniendo un blog es un riesgo que asumo, pero si alguien ha utilizado un minuto de su vida para escribir en mi blog, estaría muy bien saber quién es.

lunes, 9 de febrero de 2009

Martes, en RNE: ¿Inferioridad española?

Mañana, martes, 10 de febrero de 2009, apróximadamente a las 9.10 de la mañana, todo el que quiera podrá escucharme otra vez en la edición catalana de Radio Nacional de España, Ràdio 4, aunque mi parte seguirá siendo en castellano clásico, pues mi conocimiento de la segunda lengua del reino aún no llega a la fluidez que la radio requiere. Es curioso que de lo que vamos a hablar mañana es algo que tenía pendiente para mi blog: El sentido de inferioridad español. Mientras estamos en España, nos sentimos el culo del mundo, con perdón. Decir que uno es español es una vergüenza, y la lucha de nacionalidades o regionalidades se lleva todo el debate. Pero es cruzar los pirineos, y se vé a un bilbaíno cantando el Porrompompero en una estación de trenes de París (esto lo he visto yo).

¿Cómo nos ven los extranjeros? En mi opinión, si en España se supiera la fantástica imagen que nuestro país tiene, ayudaría a subir la moral general, y eso quizás sirviera, por un lado, para hermanar un poquito las cuatro puntas de la península, que como los imagenes se tocan, pero se repelen, y por otro, para animar a las empresas a ampliar el horizonte y saber que hay barcos que cruzan el Atlántico y aviones que llegan a Siberia. Desde mi experiencia, la imagen de los españoles es fabulosa. Es decir que eres español, y todo son sonrisas. En serio. La semana pasada estuve en Polonia (que sigue pendiente, aunque las fotos ya las podéis ver en la parte baja del blog og en mi página de Flickr), y estaba acompañado de dos compañeros, una francesa y un sueco. Conocimos a un grupo de polacos, y decir que eran de Francia y Suecia no les hizo cambiar el gesto, pero cuando yo dije que era de España, ya tenía amigos. Lo mismo me ocurre a menudo en Noruega. Se podría pensar que es porque aquí hay muchos inmigrantes por asilo político y de países con diferentes problemas. De lugares como Afganistán, Pakistán, India... que no tienen muy buena imagen. Y por contraposición a esto, nosotros somos buenos. Pero el caso es que no ocurre así si eres italiano o francés. ¿Por qué? Cierto es que un gran número de noruegos tiene apartamento en España, y el 90% (por dar un número) visita nuestro país cada uno o dos años. Y cada vez que vienen aquí encuentran muchas sonrisas (claro, vienen con divisas). La imagen del español es sonriente, optimista, festiva y de carácter fuerte, pero en el buen sentido, personas con carácter, de sangre en las venas. De tanto oirlo, he empezado a creer que es verdad. Los productos españoles también van hacia arriba. Las tapas están de moda, y el vino español se aprecia tanto como el francés. Actores y cantantes españoles, cocineros españoles... ¿A qué esperamos? ¿Cuándo se va a sacar provecho de todo ese potencial para sacar a España del pozo en el que se encuentra? Quizás no seamos más listos que el resto, pero lo que está claro es que no somos más tontos. De esto hablaremos mañana en la radio. Si alguno se anima, podéis darme más ideas. Aún quedan unas horas para la emisión. Especialmente si leeis desde otros países, decidme cuál es la imagen allí de los españoles. Para escuchar Ràdio 4, recordad que tenéis que ir a Internet, y clicar sobre la emisora. Nos oímos.