Mi podcast: ¿Y por qué no aquí?

viernes, 4 de junio de 2010

Eurovision 9: fiesta y fiesta

Entre fotos, videos y tonterías, tenía abandonado el relato de la semana, y tocaba lo más jugoso, las fiestas. La delegación española, como miembro del "Big Four" directamente clasificado para la final, llegó a Oslo el viernes, 21 de mayo. Una semana antes de la celebración del festival. Sin embargo, los países que tenían que participar en las semifinales habían aterrizado en Oslo ya una semana antes. Y han aprovechado el tiempo. La pregunta es: si juntas a decenas de jóvenes entre 20 y 30 años, de 40 países, con espíritu de estrellas y todas las facilidades para pasarlo bien, ¿qué pasará? Algo raro tiene que ser para que no se forme la fiesta del año. Esos raros parece que hemos sido el cantante español y yo. Daniel Diges, por su parte, cometió "el fallo" de escoger una canción que requiere estar perfecto de voz y eso hizo que al llegar la noche se recogiera en su habitación para cuidar su garganta. Y un "respetable padre de familia" como yo, que vive a media hora de Oslo tampoco ha podido disfrutar de todas las facilidades para la fiesta que se nos han ofrecido, pero algo he podido hacer.
Había tres tipos de fiestas, las fiestas oficiales, las fiestas de delegaciones y el Euroclub.
Las fiestas oficiales fueron cuatro.
1.-El domingo antes de la final, el ayuntamiento de Oslo invitó a todas las delegaciones a un cóctel de bienvenida. De esto ya hablé en mi post "mi primera alfombra roja".
2.-La segunda fue la fiesta final, tras la celebración del festival que relataré en el post del día.
3.-Otra más fue la vuelta en barco con los Big Four.
4.- Y la última, sólo para la delegación española, la recepción en la casa del embajador. Yo ya conozco este tipo de eventos, pues aquí se celebra también la fiesta nacional el 12 de octubre, pero en esa fecha generalmente hay mucha gente a la caza del canapé y alguna maruja que te arréa en la mano si le intentas quitar el pincho de tortilla. En esta ocasión, el númer era más reducido, pero la viandas similares. El resto de la delegación española no se mostró demasiado interés por las tapas servidas, pero yo, que un buen jamón sólo lo veo cuando voy a Frogneparken y las noruegas toman el sol, hice la caza del canapé cual buitre leonado. Además, uno de los camareros del embajador me tenía "manía" y en cuanto veía mi copa de verdejo medio vacía, me rellenaba una y otra vez. Fue una suerte que estuvimos sólo un par de horas, porque ya empezaba a tratar de tú a los delegados de Defensa de la embajada, y no quiero yo crear ningún conflicto diplomático.
Cantantes croatas en la fiesta de bienvenida
Fiestas de las delegaciones.
Desgraciadamente, creo que estas deben haber sido de las mejores, pero no he podido disfrutar de ninguna. Cada día, una o dos delegaciones celebraban una fiesta en un hotel o discoteca. Allí ofrecían por la patilla, algo muy raro en Noruega, comida típica y vinos del lugar. El objetivo principal de estas fiestas eran los periodistas internacionales, que deberían hablar bien del país y ganar unos votos en la elección final, pero todo acreditado podía entrar. El catering del festival ha dejado bastante que desear, y casi todas las delegaciones usaban estas fiestas para cenar y ahorrarse algo, que Noruega es muy caro, también para los artistas.
Cantantes croatas en el Euroclub

Euroclub
Aquí es donde pasaba lo más jugoso. Y yo pude estar un par de veces. El Euroclub es una discoteca que se elige en cada ciudad donde se celebra Eurovision, que es el lugar oficial de fiesta del certamen y sólo entran aquellos acreditados y los que se lo saben montar. En Oslo fue el local Smuget, junto al Ayuntamiento de la capital. La primera ocasión en la que acudí fue el domingo, tras la fiesta de Bienvenida. Había un área para comer, otro con música en directo, y la discoteca, con continuos éxitos eurovisivos. En este local había diferentes especímenes o personas también llamados. Por supuesto los artistas: unos, los menos, ausentes para cuidarse, otros con aura de estrella y la barbilla alta, otros más con alguna copa de más (los rumores dicen que el cantante de Polonia se ha pasado las dos semanas en un estado que hace difícil entender cómo pudo cantar en la semifinal, pero estos son rumores que no puedo confirmar), y los últimos luciendose en el escenario. A las bellas cantantes de Croacia, sabedoras de sus dones, se las veía a menudo luciendo palmito en el escenario cantando diversos temas y meneando sus traseros con la gracia típica de los balcanes.

Otro grupo, el más numeroso, los eurofans, sobre todo muchos españoles. Queda feo hacer generalidades, pero el noventa por ciento rondando los cuarenta, sin mucho pelo en la azotea y con más plumas que el pato Donald. Pero ya te digo que saben pasarselo bien. Ellos fueron los que convirtieron uno de los temas de esta edición en la nueva canción de "Los Pajaritos" de Maria Jesús y su acordeón.

Las "cazatalentos", que no es que fueran directivas de productoras musicales buscando nuevos cachorros, sino señoras de pechos despampanantes y asiliconados y alma de "gruppies" con el sueño de compartir lecho con una estrella creciente. Dignas de ver, y no precisamente porque fueran especialmente sexis.

Yo lo pasé muy bien los dos días que estuve aquí, porque a pesar de que la cerveza cuesta un riñon, es lo más cerca del "glamour" que he estado y fue muy divertido hacer de intérprete para aquellos y aquellas que se acercaban a hablar con nuestra estrella particular, David Velardo, el corista de Daniel Diges.

Fiestas, fiestas. Las echaré de menos. Las que me eché y las que me quedaron por echar.

jueves, 3 de junio de 2010

Eurovision 8: entrevistas y audios

Sigo descargando el material que, por una u otra razón, no he podido vender a RNE y me da lástima que se quede perdido en la memoria de mi ordenador. A estas alturas ya no tiene ningún valor periodístico, pero para mí vale desde el punto de vista que este blog es además el almacén de mis aventuras. Quiero dar las gracias a Carlos, argentino y uno de mis lectores más asiduos, por haberme ayudado a convertir los audios en videos de Youtube y poderlos publicar aquí con buena calidad.

Audio 1: Desde el autobús de la delegación española, Daniel Diges cuenta qué tal va su semana en Oslo y describe alguna de las visitas que hemos realizado.



Audio 2: Dos horas antes de la primera actuación, es decir, el sábado 29 de mayo, a las siete de la tarde, David Velardo, corista de Daniel, cuenta cómo se encuentra.


Audio 3: Una hora antes de la primera actuación, Daniel Diges relata cómo están sus nervios.


Audio 4: Tras el festival, Daniel Diges relata a un periodista creo que inglés cómo ha vivido la noche. En esta charla realizo las labores de traductor.


Audio 5: Daniel Diges cuenta a los periodistas españoles sus sensaciones tras el festival de Eurovisión.

Eurovision 7: Jimmy Jump

El tío de la boina sigue quitando protagonismo a todos los artistas de Eurovisión. Esto es lo que he enviado hoy a RNE. Veremos con qué nos sorprende mañana:

Jimmy Jump, el personaje que se coló en la actuación de Daniel Digés en la final de Eurovisión del sábado, vuelve a ser portada de los periódicos noruegos y volverá a dormir esta noche en un calabozo de Oslo, según informa el periódico noruego VG.

El arrestó se produjo esta tarde después del que dice ser su manager anunciara a la policía que ayer Jimmy Jump estuvo a cinco metros del rey de Noruega. Además, la policía teme que este amante de los escándalos pretenda hacer otra actuación similar ante una inminente visita de estado holandesa. Por su parte, Jaume Marquet, como realmente se llama, afirma que no tenía intención de hacer nada y que sólo quería estar unos días más en Oslo de vacaciones. Las leyes noruegas permiten expulsarle del país y es lo que la policía desea en el más breve plazo de tiempo.

Por otra parte, los 1800 euros de multa por su actuación en eurovisión fueron pagados por un noruego, jefe de una empresa de máquinas tragaperras y jugador profesional de poker.

martes, 1 de junio de 2010

Eurovisión 6: fotos y vídeos

Aunque esto quede un poco caótico, voy metiendo información según voy pudiendo. Hoy tocan fotos. Tuve suerte de vender un par de reportajes a RTVE y esos no los veréis aquí, porque no sé muy bien cómo funciona lo de los derechos de autor, pero las podéis ver aquí:
-Paseo por Oslo: Ópera y Parque Vigeland, lunes 24 de mayo. (todas las fotos son mías)
-Miniconcierto para los fans en Eurovion Village, lunes 24 de mayo. (todas las fotos son mías)
-Primer ensayo general, viernes 28 de mayo. (aquí sólo alguna foto es mía, aunque deberían haber sido todas. No sé que me pasó, pero entre los nervios y que me coloqué junto a los fans, quedaron una chapuza de fotos).
El resto de la semana, tanto las fotos como los vídeos, en los que me he colado en alguno, los podéis ver en la web de RTVE. Lo de los medios noruegos, como el Dagbladet, ya lo metí en un post anterior.
El resto de la semana, tanto fotos personales como de la delegación española, las podéis ver en el siguiente reportaje que he publicado en Flickr.

Eurovision 5: en barco con los Big Four

La semana ha pasado y con ella la vuelta a la realidad. Pero no me gustaría dejarme nada de la semana más increíble de mi vida profesional. El martes 25 fue otro de esos días de glamour. Aunque no empezó así. En una de las escuelas en las que trabajo no me habían dado libre y empecé el día con mis queridos niñatos. Y de ahí, al barco de los Big Four. Noruega invitó a las delegaciones de España, Inglaterra, Francia y Alemania ha un paseo en un barco de vela por el fiordo de Oslo. Qué maravilla. Como siempre en esta semana, pero como nunca en Noruega, barra libre de champán, vino y cerveza, y unos canapés noruegos al gusto de todos: salmón, jamón, quesos, uvas... El recorrido empezó con los artistas en el interior del barco y, como siempre, siguiendo a la delegación, me colé donde creo que no debería haber estado, pues no había muchos periodistas. Pero qué más da, ya somos todos familia.
Y además el show. Miniconcierto privado con los cuatro grandes. Aquí yo ya intuía que la alemana Lena iba a quedar arriba en la tabla, pues me gustó mucho la canción y ella transmitía muy bien. Y qué ironía, aquí Daniel también tuvo que cantar dos veces, porque pusieron una canción errónea la primera vez y tuvo que cantar "Algo pequeñito" en segundo lugar. Esto era una señal. Y como siempre, artistas o mortales, la delegación española fue la que más gritó, cantó y bailó, sin importar la bandera del que entonara el tema. De hecho, el Olé olé de los franceses es más fácil de bailar que la versión blues de "Algo pequeñito". Qué se le va a hacer.
Bastante chispados abandonamos el barco, sin ningún ahogado.
Vi la primera semifinal en mi casa y fue terrible. A partir de ahora todo era mejorar.