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sábado, 25 de julio de 2009

Drøbak, el escondite veraniego de Papá Noel

Ayer me publicaron en Soitu un nuevo artículo: "Descubriendo dónde se esconde Papá Noel en verano". Aquí, en mi blog, publico el texto original que yo envié. Podréis comprobar que esta vez sí han cambiado y cortado un poco más de lo habitual. Pero la verdad, lo respeto. No es para nada mi mejor texto, y el editor decide. Y respecto a las fotos, todavía me queda mucho por aprender. Pero para eso estamos, para aprender.


Descubrimos el escondite veraniego de Papá Noel: Drøbak

Hay mil mitos que rodean a Noruega, pero sólo unos pocos son ciertos. Los osos polares no pasean por Oslo como los patos por El Retiro. El dinero no crece en los árboles y todas las familias son ricas (la mía al menos no). Y todas las noruegas no están muy buenas (la mía sí). Pero hay alguna leyenda urbana que sí es cierta. Papá Noel está aquí. ¿Acaso no nos preguntamos dónde se esconde el gordo de la barba durante el verano? ¿Hace una especie de hibernación en una cueva del Polo Norte? No, esa tripa no se gana durmiendo, él es más sibarita. Durante el resto del año, Santa Claus está en Drøbak, un pequeño pueblo a 40 kilómetros al sur de Oslo.


Cierto es que Santa Claus tiene su propia ciudad en el estado americano de Indiana, que lleva su nombre, pero esa es la versión Coca-Cola de Papá Noel. En su edición europea, Julenissen (el duende de la Navidad, como se le conoce en Noruega), no está tan gordo, quizás por no atiborrarse a hamburguesas y llevar una dieta a base de bacalao. Ni lleva el conocido traje rojo, sino que se le reconoce por los calcetines largos de lana y una ropa nada “fashion” que mezcla los verdes y rojos.


“Julehuset”, la casa de la Navidad, situada en el centro de Drøbak, es la residencia de Papa Noel y sus secuaces, y uno de los pocos sitios en los que comprar adornos navideños en pleno mes de agosto. Mil variantes de figuritas de duendes, bolas de cristal, con o sin nieve en su interior y calendarios de adviento. Pero, sobre todo, la señal de “Peligro Santa Claus”, símbolo de Drøbak y exclusivo de la ciudad. Drøbak tiene además su propio sello de correos. El gobierno de Noruega reconoce el estatus internacional de este personaje y ha nombrado a Julenissen embajador no oficial de la paz, situando a Drøbak como su sede.


Una visita imprescindible

Drøbak es una visita que no lleva más de medio día, imprescindible para todo el que tenga pensado pasar más de dos jornadas en Oslo. Un ferry une el puerto de la capital con este pueblo, y permite además disfrutar del fiordo de Oslo, una perla repleta de pequeñas islas y numerosos barcos y casitas de verano. Por el camino, nada más recomendable que una botella de vino blanco acompañada de gambas frescas. Muy típico de la zona.

Por el camino, en una isla en el fiordo, frente a Drøbak, encontramos Oscarsborg. Una fortaleza del año 1853, que hasta 2003 ha sido territorio militar. Hoy es un importante atractivo turístico que cuenta incluso con un hotel-spa. Oscarsborg es uno de los orgullos nacionales de Noruega, pues en 1940, sus tanques volvieron a rugir para hundir el crucero naci Blücher, que se dirigía a ocupar la capital. La ocupación se produjo, pero provocó un retraso al ejército alemán que permitió escapar a la familia real noruega y sacar parte del oro del país que sería utilizado en gastos de guerra.

Drøbak tiene una posición estratégica particular, por estar situada en la costa del fiordo de Oslo, en una de sus zonas más estrechas. Antiguamente había continuos ferrys, hoy sólo utilizados como restaurantes flotantes, porque actualmente existe un túnel que atraviesa el fiordo por debajo de sus aguas que conecta las dos orillas. Un impresionante túnel de más de siete kilómetros de largo y 134 metros de profundidad que produce una gran sensación de claustrofobia, al saber que sobre ti hay agua. Mucha agua.

El centro de la localidad tiene un encanto particular de las ciudades del Sur, a pesar de encontrarse en la denominada zona este del país. Cada región de Noruega tiene, desde un punto de vista turístico, su aspecto destacado. El norte son las islas, con Lofoten a la cabeza. El Oeste los fiordos, con Bergen como su capital. Oslo está en el este. Y en el sur, más “cálido”, están los pueblos más “playeros”. Kristansand es el más conocido. Encantadoras villas con casitas de colores, callejuelas y numerosos barcos en sus puertos. El porcentaje de barco “per capita” en Noruega es muy elevado. Como buen pueblo marítimo, Drobak cuenta también con un acuarium muy interesante. Todo esto se puede encontrar en Drøbak, a tan sólo media hora de la capital.


Tres torsos desnudos atraen la mirada del turista en el puerto. Si Copenhague es conocido por su mujer-pescado, en Drøbak trambién se encuentran, y por triplicado. Junto al acuario, hay tres sirenitas, aún más voluptuosas que su colega danesa. Mirando al mar, coquetean con los navegantes que pasean por el fiordo, pero también saludan a los visitantes que se acerquen a Drøbak a conocer a Papá Noel. Juntos seguro que harían una fiesta de lo más interesante.

3 comentarios:

  1. Me dio un ataque de Noruegitis aguda profunda!!!!!
    Drobak es de los sitios que quiero ir. Las fotos son muy bonitas. Haz fotos .
    Un besote David
    Maria

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  2. HOLA, GRACIAS POR COMPARTIR TUS FOTOS, SON MUY BONITAS.

    UN SALUDO DESDE MÉXICO

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  3. Hola David, tenemos pensado ir en Abril a visitar Drobak, crees que es una buena época para hacerlo? o no tiene tanto encanto como en navidad o verano?
    Gracias :)

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